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Y si decidimos empezar de distinta forma el año?
Y si podemos darnos el chance de empezar despacio, con calma, pausados, y con eso tenemos la oportunidad de planificar mejor el nuevo ciclo?
Yo no sé uds, pero el 2022 fue un año que me dejó agotada. Ojo, que esto no quiere decir que fue un mal año. Si a estas alturas, todavía medimos el año que termina como bueno o malo, no hemos aprendido mucho.
Soy una persona que por estar involucrada en más de un proyecto, me cuesta parar, porque digo que descanso y lo que hago es cambiar de proyecto. Estamos de acuerdo que eso no es un descanso. Pero gracias a como cayeron las fiestas en este 2022 tomé la decisión de descansar en serio la semana completa entre Navidad y Año Nuevo, y hoy que está terminando la primera semana de enero (si, dos semanas), me encuentro terminándola con mucha paz, cero estrés, trabajando tranquila desde mi casa, y evaluando los días que terminan, me doy cuenta de que puedo ser sumamente productiva sin necesidad de llevar una vida sin respiro.
Hoy quise compartir esto porque se nos ha inculcado la creencia que inicia enero, y tenemos que empezar como caballos desbocados que muchas veces no tienen dirección. Creemos que si no empezamos con fuerza estamos desperdiciando el tiempo, y la verdad es que cada quien sabe cómo terminó el año emocionalmente y qué es lo que necesita.
Llevo años tratando de administrar mi estrés de forma consciente, y la verdad es que no hay mejor forma de hacerlo que parando. Estoy empezando mi ciclo contenta y en paz. Estoy clara que cada quien tiene distintas responsabilidades, pero hoy mi mayor responsabilidad soy yo, para que en mi bienestar pueda ser un mejor apoyo para quienes me rodean si así lo solicitan, y para compartir con mi comunidad lo bueno que llevo dentro.
Pasé todo el año pasado escuchando a quienes considero unos grandes guías la importancia de vaciarnos, y no fue hasta hace dos semanas que al parar, lo pude experimentar.
Que el 2023 nos traiga espacios de paz y descanso, para que constantemente nos podamos vaciar de lo que cargamos de forma innecesaria, de lo que nos lastima, de las prisas, de las expectativas de los demás, para que en consciencia paremos e identifiquemos que es lo que nos llena sin aparentar o querer impresionar a quienes nos rodean. Que este 2023 sea el año donde busquemos querernos no con el objetivo de ser individualistas, pero con el objetivo de que entendamos que en la medida en que estemos bien, podamos tender una mano y formar una comunidad distinta. Seamos una comunidad que suma, todo empieza desde el individuo, todo empieza por mi.